​​​​​​​Jesús Pedro Castro Portugal

 

FUNDAMENTOS DE LAS SESIONES

 

  Las sesiones que realizo están basadas en el conocimiento y/o desarrollo de aspectos  tales como:

 

   - La Escucha Emocional

   - La Gestión Emocional en Estudiantes de Música

   - Inteligencia Emocional aplicada a la Interpretación Musical

   - Control del Gesto y su Aplicación en la Interpretación

   - Los Nervios

   - La Percepción

   - La Concentración

   - La Expresividad

   - La Motivación y La Autoconfianza

   - Capacidad de Escuchar

   - Reconducción de pensamientos negativos

   - Derribo de falsas creencias

   - Reversibilidad de los Procesos de Ansiedad Escénica 

   - Técnicas de Exposición

   - Relativización del Error

   - Técnicas de Estudio

   - Técnicas de Memorización

   - Comunicación: Uso del Lenguaje Verbal. Su declamación y su Relación con el Lenguaje Musical

   - La Relajación

   - Reconexión del Vinculo e Interrelación entre Público e Intérprete. Aprendiendo a Disfrutar.

 

 

SOBRE LA ESCUCHA EMOCIONAL Y GESTIÓN DE LAS EMOCIONES

  Identificar nuestras emociones y prestar atención a cómo nos sentimos, es una habilidad fundamental a desarrollar en nuestras vidas. Como músicos, nos es de gran utilidad para mejorar nuestras sesiones de estudio, nuestras clases y, nuestras actuaciones en público.

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SOBRE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN MÚSICOS Y EN LA INTERPRETACIÓN

  Un buen músico ha de conocer las sensaciones que experimenta y vive sobre el escenario y, saber manejarlas. También como intérprete ha de saber diferenciar las diferentes emociones y sentimientos que experimentan las personas, así como el plasmarlas y reconocerlas en la música.

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SOBRE EL CONTROL DEL GESTO

  La técnica del instrumento y la expresidad musical, están estrechamente ligadas a través del gesto. La resolución de pasajes técnicamente difíciles, dependen en su mayoría del gesto expresivo.

  Gestos inadecuados, vicios o muecas que entorpecen nuestra interpretación y seguridad, también son posible eliminarlos.

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SOBRE LOS NERVIOS

  Para poder controlar los nervios, hemos de conocerlos:

  cómo surgen, cómo se manifiestan, cómo son y, qué consecuencias tienen. 

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SOBRE LA PERCEPCIÓN

  Los artistas que sufren de Ansiedad Escénica, entran en un estado de "Percepción Alterada". Además, no todos percibimos de la misma manera. Reconocer y aceptar estos hechos, nos ayudarán a disminuir nuestras sensaciones negativas sobre el escenario. 

 

SOBRE LA CONCENTRACIÓN

  Saber mantener la mente centrada y atenta en la interpretación, sin hacer caso de interferencias ajenas a ésta,  es clave esencial en el éxito escénico, en nuestras clases y, en nuestro estudio.

 

SOBRE LA EXPRESIVIDAD

  El fin de la actuación es de transmitir,  comunicar y disfrutarr; ya sean sensaciones o emociones. Si conseguimos transmitir, todo nuestro trabajo cobrará sentido.

 

SOBRE LA MOTIVACIÓN Y AUTOCONFIANZA

  Las experiencias positivas sobre el escenario, reforzarán nuestra autoestima como intérprete. Para ello, tendremos que trabajar adecuadamente sobre los aspectos que nos ayuden a conseguirlo. Por otro lado, controlamos y superamos nuestros miedos, cuando confiamos en nosotros mismos y, cuando somos conscientes de que nada malo nos va a suceder.

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SOBRE LA CAPACIDAD DE ESCUCHAR

  El desarrollo del sentido del oído, y el saber usarlo, es primordial a la hora de disfrutar de la Música; tanto si ejercemos como intérpretes o como público.

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SOBRE LA RECONDUCCIÓN DE SENSACIONES NEGATIVAS

  Suele suceder, que a pesar de todos nuestros esfuerzos para la preparación de una actuación o un recital, el resultado final de la experiencia no fue agradable. Si esta sensación se repite de una manera frecuente, evidentemente desarrollaremos una especie de fobia y de rechazo a actuar en público.

   Reconducir estas sensaciones negativas y desagradables hacia otras que nos hagan disfrutar de ese momento tan bello, como es el de compartir momentos haciendo y escuchando música, es posible.

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SOBRE LAS FALSAS CREENCIAS

  El establecimiento en nuestra mente, corazón y espíritu, de creencias y afirmaciones negativas que no son ciertas, pero damos por hecho que sí lo son, juegan un papel absolutamente en contra de nuestras mejores intenciones de disfrutar en nuestras actuaciones en público.

  Sólo por enunciar algunas:

  "Me van a ver muy nervioso"

  "Se van a dar cuenta de mis errores"

  "No tengo talento"

  "La opinión favorable sobre mi actuación del que no sabe música, no cuenta ni sirve" 

  "No voy a ser capaz de tocar porque estoy muy nervioso"

  "Si me equivoco, mi interpretación ya no tiene valor"

  Erradicar todos estos pensamientos, y establecer otros más positivos, favorecerá el resultado de nuestras actuaciones.

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SOBRE LOS PROCESOS DE REVERSIBILIDAD DE ANSIEDAD ESCÉNICA

   Los procesos de ansiedad escénica, son respuestas conductuales aprendidas. La buena noticia es que todo lo que se aprende, se puede desaprender a través de herramientas adecuadas y eficientes.
 

SOBRE LAS TÉCNICAS DE EXPOSICIÓN

  Es sabido que en Psicología se recomienda, para superar un miedo o una fobia, la exposición de la persona a esa situación que lo desencadena. Esta exposición debe de realizarse con unas ciertas garantías de que la experiencia va a ser positiva.

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SOBRE LA RELATIVIZACIÓN DEL ERROR

  Antes que músicos somos personas, y la posibilidad de errar es algo inherente a la naturaleza humana. No aceptarlo implica el no disfrutar libremente y con naturalidad de la actuación en público; especialmente cuando se antepone la perfección en la ejecución musical, a la capacidad expresiva y comunicativa aunque no nos equivoquemos.

  Pero aceptar la posibilidad de equivocarse, no implica la relativización del esfuerzo y del trabajo bien hecho.

 

SOBRE LAS TÉCNICAS DE ESTUDIO

  Una actuación realizada con éxito, lleva de base un trabajo y un estudio organizado e inteligente. Muchos músicos coinciden en esta premisa, llegando a asegurar que es el aspecto de mayor peso y que de mayor manera influye sobre nuestra seguridad en el escenario.

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SOBRE LAS TÉCNICAS DE MEMORIZACIÓN

  El actuar tocando de memoria, nos puede dar mucha más libertad a nivel muscular y expresivo que tener que actuar siguiendo el texto o partitura.

  Pero también se puede convertir en una fuente de preocupación el pensar en que se nos olvide el texto musical.

Cualquier técnica de memorización nos puede ser útil; pero no todas aportan lo mismo, ni son igualmente prácticas a la hora de actuar en público.

 

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SOBRE LA CAPACIDAD DE COMUNICAR

  El lenguaje verbal, el lenguaje corporal y el lenguaje musical tienen mucho en común; sobre todo a nivel expresivo. Si  podemos manejar de una forma natural y consciente la expresión en nuestro lenguaje verbal y corporal, que son los  lenguajes de mayor uso, nos será mucho más fácil aplicar esa expresividad en la música.

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SOBRE LA RELAJACIÓN

  Mantener una respiración tranquila, y alcanzarr un equilibrio entre la relajación muscular y mental y el punto justo de tensión necesario en ambas, nos ayudará a que fluyan con menos trabas todas nuestras habilidades y posibilidades interpretativas sobre el escenario.

 

SOBRE LA CONEXIÓN ENTRE INTÉRPRETE Y PÚBLICO

  Cuando los nervios que se sienten ante una eminente actuación nos superan, empezamos a ver el público como una gran amenaza para nuestra autoestima. Lo acabamos viendo sólo como un elemento que nos va a juzgar y evaluar, y no como a un grupo de personas con las que vamos a compartir algo bello y satisfactorio.

  Por otro lado, el protocolo tan correcto y formal que se sigue habitualmente en los conciertos de música clásica, no ayudan especialmente a favorecer esa corriente de empatía y entendimiento que debe existir entre intérprete y público.

  La comunicación suele ir sólo en sentido del intérprete al público, y no al contrario; a excepción de los aplausos. Esto no ayuda a que la comunicación fluya de forma natural. Por eso es importante conseguir disfrutar con el público en algún momento durante nuestra actuación de una forma má directa; nos acerca, nos hace más humanos, y la comunicación se reestablece. 

  El intérprete debe sentir que el público está ahí para disfrutar con él; no para juzgarle. A su vez, el público no debería desviarse de la escucha emocional de la música.